
Huerequeque es el puñado de tierra en la mano, la piedra bajo la planta
de los pies, el galope de los caballos, el murmullo del agua en la acequia,
el calor del fuego.

En el km. 75 de la Panamericana Sur, a menos de una hora de Lima, el paisaje cambia de repente.
Tomando el desvío hacia el este, se avanza entre chacras y eucaliptos al pie del camino. Diez minutos después de haber dejado atrás la carretera, se llega al portón de Huerequeque.
San Vicente de Azpitia tiene una vista privilegiada sobre el valle del río Mala. La hacienda Huerequeque descansa sobre su geografía, reuniendo la experiencia de campo con la cercanía del mar. Su clima amable y templado permite que crezcan los olivos, paltos y mandarinos que dan color a la hacienda. Su proximidad a Lima asegura estadías frecuentes y prolongadas.

Concepto
La diferencia que reside entre una casa de campo, que responde a un uso temporal, y una casa en el campo. En la segunda, no se depende de temporadas ni reglamentos. No entiende de horas, sino de ciclos.






Master Plan
Sobre las 35 hectáreas que componen la hacienda Huerequeque, se desarrollan parcelas de entre 2000 y 9000 m².
Se propone una vida de campo auténtica, donde la productividad de la tierra es parte esencial de la experiencia.
cada propietario, en la hacienda
se comparten una cancha de
polo reglamentaria, caballerizas
e instalaciones ecuestres, una cancha de tenis, dos huertos (uno de frutales diversos y otro de hortalizas y plantas ornamentales), una bodega con productos de la tierra, caballerizas e instalaciones ecuestres, una casita de hospedaje, y el Polotambo: lugar central que se presta para descansar o compartir.

Bungalows
Una casita de hospedaje: para que se alojen
los invitados o los propietarios que aún no
construyan su casa.
Piscina
Piscina infinita con vista al campo
de polo.
Cocina abierta
La cocina-comedor abierta, informal, donde todos los enseres e insumos están a la mano.


Huerta y bodega

La hacienda tiene dos huertas:
una de frutales diversos y otra de
hortalizas y plantas ornamentales.
Huerequeque produce palta y
mandarina de exportación.
En la bodega, pueden adquirirse
aceite de oliva extra virgen propio
y otros productos hechos con
insumos locales.



Vareo y picadero

un torno, donde se amansa, y el picadero, donde el caballo se prepara.

Caballerizas

Diseño de un ambiente natural para
el caballo
La pasión por los caballos fue el
inicio de la hacienda Huerequeque,
hace quince años. La actividad
ecuestre acompaña su estilo de vida.
Las caballerizas componen dos
corredores largos y abiertos, que
delimitan un patio con árboles.
El espíritu es de rancho y el caminante
puede interactuar con los animales.

Yurt de monturas y aperos de trabajo
Sala de monturas, donde se reúnen los petiseros.
Yurt de los jinetes
Estar privado para descansar después de la faena o el partido.


Parcelas

Las parcelas de entre 2000 y 9000 m² se desarrollan en tres niveles.
Un primer perímetro
está compuesto
por hileras de frutales,
y es intangible para
garantizar la privacidad de la casa y la experiencia campestre.
Un segundo perímetro es el área libre
que envuelve la casa, que sí permite
la intervención del propietario.
El tercer espacio es la zona construible.
Lotes disponibles
Lotes reservados
R : 2,108 m²
T : 2,296 m²
E : 2,126 m²
R : 2,251 m²
T : 2,499 m²
E : 2,095 m²
R : 2,168 m²
T : 2,517 m²
R : 2,017 m²
T : 2,040 m²
E : 1,970 m²
R : 3,483 m²



Cancha de Polo

o practicar entre amigos. Mide 250 x 160 m y se considera además como un área para caminar, correr, hacer yoga, como tantas otras cosas.


Fogata

El pit de fogatas, cerca de la
bodega, permite disfrutar
los paisajes del valle, de día
o de noche.


Olivos

El bosque de olivos no solo determina
el paisaje de la hacienda. Del olivar se
extraen aceitunas que se prensan y
producen un aceite de oliva extra
virgen, que actualmente es usado por
los mejores chefs de Lima.



Casa modelo

La arquitectura a cargo del estudio
Vicca Verde no quiere seguir la lógica
de un condominio, ni imponer una
tipología de casa. Cuenta con
lineamientos simples que buscan
respetar el estado original del campo
y la convivencia entre vecinos, y
materiales resistentes, sencillos y de
bajo mantenimiento. El techo verde
termina de dar sentido a una propuesta
respetuosa de su entorno.